Donald Trump ha vuelto a dar la nota.
Si ya se caldeaba el ambiente con rumores sobre su racismo, entre
otros atributos despectivos, ahora sus oponentes tienen más razón
para seguir criticando su actitud.
La situación ha tenido lugar en el
cuartel de campaña de Donald Trump, en Manhattan.
El conocido periodista Marcos
Stupenengo se disponía a hacer una grabación hasta que,
casualmente, recibió una llamada telefónica. Acto seguido,
respondió en su idioma, español, lo que le costó bastante caro, de
patas en la calle y sin entrevista.
El periodista dejó clara la nefastidad
de la situación con la siguiente declaración: “Puedo decir que es
lo peor que me ha ocurrido en 13 años de periodismo”.
A pesar de lo ocurrido, la portavoz de
la campaña declaró que no había ninguna entrevista programada, a
lo que Marcos Stupenengo respondió con una publicación en su cuenta
personal de Twitter: “Aclaro, no me fue cancelada una entrevista
personal con Donald Trump, sino una grabación en su centro de
campaña de Manhattan”.
Además, durante la campaña del equipo
electoral se ha ido cerrando el paso a los medios hispanos, cerrando
la información a los mismos.
El político ha ido acumulando críticas
en todos los medios de comunicación, y ha sido acusado con
ideologías extremas, como el ya mencionado racismo o la homofobia.
En primer lugar, hay que tener en
cuenta que a veces los medios de comunicación nos venden una imagen
que no es real, y teniendo en cuenta que es un caso internacional del
cual recibimos la información que puede ser captada a través de
estos medios.
En segundo lugar, me gustaría comentar
la manera en la que la campaña ha decidido limpiar su imagen dejando
claro que no había ninguna entrevista programada, sin hacer mención
a la grabación.
En la gran mayoría de los casos, hacen
declaraciones de lo que les conviene, argumentando situaciones
reales, para hacer ver que tienen razón, pero quizá si analizamos
la situación desde otra perspectiva, o la estudiamos, podemos
comprobar que, efectivamente, han dejado cabos sueltos o han decidido
ocultar algún hecho para favorecer su cuartada.
Bajo mi punto de vista, Donald Trump no
debería ser presidente de Estados Unidos, ya que pertenezco a
colectivos afectados bajo su criterio.
Además, conozco casos de gente
habitante en Estados Unidos que está totalmente en contra de su
ideología, e incluso ven de vergüenza que este hombre pueda estar
en el gobierno, amenazando con irse del país si llega a ser
presidente.
Hace poco me encontré a unos
americanos por Sevilla un viernes noche, y esperando en la cola del
Mcdonalds, comencé a hablar con ellos, y por simple curiosidad les
pregunté sobre Trump.
La respuesta de los jóvenes fue
bastante clara, y no muy buena así que prefiero no mencionar las
palabras que respondieron.
Finalmente, podéis leer aquí la
noticia (pinchando sobre la palabra noticia) y juzgad vosotros
mismos.
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