jueves, 19 de mayo de 2016

Grabación suspendida por hablar español.


Donald Trump ha vuelto a dar la nota. Si ya se caldeaba el ambiente con rumores sobre su racismo, entre otros atributos despectivos, ahora sus oponentes tienen más razón para seguir criticando su actitud.
La situación ha tenido lugar en el cuartel de campaña de Donald Trump, en Manhattan.

El conocido periodista Marcos Stupenengo se disponía a hacer una grabación hasta que, casualmente, recibió una llamada telefónica. Acto seguido, respondió en su idioma, español, lo que le costó bastante caro, de patas en la calle y sin entrevista.
El periodista dejó clara la nefastidad de la situación con la siguiente declaración: “Puedo decir que es lo peor que me ha ocurrido en 13 años de periodismo”.
A pesar de lo ocurrido, la portavoz de la campaña declaró que no había ninguna entrevista programada, a lo que Marcos Stupenengo respondió con una publicación en su cuenta personal de Twitter: “Aclaro, no me fue cancelada una entrevista personal con Donald Trump, sino una grabación en su centro de campaña de Manhattan”.
Además, durante la campaña del equipo electoral se ha ido cerrando el paso a los medios hispanos, cerrando la información a los mismos.

El político ha ido acumulando críticas en todos los medios de comunicación, y ha sido acusado con ideologías extremas, como el ya mencionado racismo o la homofobia.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que a veces los medios de comunicación nos venden una imagen que no es real, y teniendo en cuenta que es un caso internacional del cual recibimos la información que puede ser captada a través de estos medios.

En segundo lugar, me gustaría comentar la manera en la que la campaña ha decidido limpiar su imagen dejando claro que no había ninguna entrevista programada, sin hacer mención a la grabación.
En la gran mayoría de los casos, hacen declaraciones de lo que les conviene, argumentando situaciones reales, para hacer ver que tienen razón, pero quizá si analizamos la situación desde otra perspectiva, o la estudiamos, podemos comprobar que, efectivamente, han dejado cabos sueltos o han decidido ocultar algún hecho para favorecer su cuartada.

Bajo mi punto de vista, Donald Trump no debería ser presidente de Estados Unidos, ya que pertenezco a colectivos afectados bajo su criterio.
Además, conozco casos de gente habitante en Estados Unidos que está totalmente en contra de su ideología, e incluso ven de vergüenza que este hombre pueda estar en el gobierno, amenazando con irse del país si llega a ser presidente.
Hace poco me encontré a unos americanos por Sevilla un viernes noche, y esperando en la cola del Mcdonalds, comencé a hablar con ellos, y por simple curiosidad les pregunté sobre Trump.
La respuesta de los jóvenes fue bastante clara, y no muy buena así que prefiero no mencionar las palabras que respondieron.

Finalmente, podéis leer aquí la noticia (pinchando sobre la palabra noticia) y juzgad vosotros mismos.

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