El fútbol es
un deporte que mueve pasiones, y que hace felices a muchas personas. El fútbol
es una vía de escape para muchas personas, ya que durante toda una semana de
trabajo estresante, el fin de semana constituye un soplo de aire fresco y un
momento para liberar tensiones.
El fútbol es
un deporte que fomenta muchos valores, personas de distinto lugar, raza, e
idioma trabajan juntos para conseguir un mismo objetivo, y fomenta el esfuerzo,
ya que todo se consigue entre todos. Por lo que el problema viene por su
entorno, y no por el deporte en sí.
Esto tiene su origen en la permisividad de las autoridades. Todos sabemos que si vamos por la calle insultando y amenazando a otros, la policía y las autoridades nos castigarán, pero el problema viene cuando esta situación se da en un campo de fútbol, contra un rival o contra los árbitros, porque queda impune. Parece que esta situación se ha normalizado y no pasa nada, y basta con pasarse por cualquier partido de categorías regionales, y muchas veces hasta en categorías de niños, el equipo rival y el árbitro sufren un constante acoso y un trato despreciable por parte de los aficionados, y rara vez alguien paga por ello.
Así que creo
que no es un problema del deporte en sí, que gustará más o menos, pienso que es
un deporte de la sociedad, y de las autoridades, que miran para otro lado, y se
lavan las manos, echándole la culpa al fútbol o a los aficionados solamente,
cuando deberían de asumir su gran parte de culpa, y no sólo denunciarlo
verbalmente, sino tomar medidas para que esto no pase ni en la élite, ni en el
fútbol base.
No hay comentarios:
Publicar un comentario