Y entre lágrimas la Calma le dijo a Francia: "No eres tú, soy yo.Te mereces algo mejor, me iré para no volver jamás... te quiero".Así terminó la estrecha pero duradera relación entre el corazón de Europa y la razón de ser de este continente. ¿El porqué de esta ruptura? Bueno, podemos decir que no fue la falta de confianza ni los problemas que acarrea la vida en pareja, sino la infidelidad de Francia, engañando a la Calma con la ley El Khomri, nueva reforma de la ley del trabajo que sin duda vela por los derechos de los trabajadores franceses con todas estas nuevas facilidades: aumento de la jornada laboral legal, reducción de las indemnizaciones por despido improcedente, posibilidad de que las empresas realicen ERE incluso sin tener pérdidas, reducción de los sueldos y del complemento de las horas extraordinarias, la posibilidad de trabajar hasta 12 horas al día o el aumento de la jornada de los aprendices menores de edad hasta las 40 horas semanales.
Esta relación no podía dar más de si, y la Calma abandonó Francia sin mirar atrás.
En consecuencia, las manifestaciones en contra de esta reforma, que en teoría debían ser sofocadas por la mano de la justicia, atrajo la atención del cuerpo de policía de una manera muy diferente, pues estos funcionarios se manifestaron a su vez en protesta del odio injustificado que sentía una sociedad sin Calma hacia ellos. Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Estaba bien disfrutar del trabajo y protección ofrecida por la policía francesa durante los atentados del ISIS, pero al igual que el romance entre Francia y Calma, esto no podía continuar.
Las revueltas brillaron por su presencia en toda Francia, en contra de la ley El Khomri y los policías luchando en una eterna odisea de incomprensión y búsqueda de reconocimiento.
Por si esto fuera poco, apareció por la puerta la contramanifestación a las protestas policiales, dando un mensaje repleto de odio y negando toda utilidad que pudiera tener el cuerpo de la ley y el orden.Por el momento, así está el patio.
Personalmente, pienso que es abusiva la nueva ley de trabajo, aunque hace poco surgió en España una ley parecida a la que llamamos "ley de los trabajos basura". En cuanto a la policía, es innegable la importancia de su labor en este nuevo contexto de tensión por amenaza continua de terrorismo y, por último, no entiendo el sentido de la contramanifestación.
El caos reinante en el centro de Europa puede conocerse en esta noticia, publicada en Le Figaro el pasado 18 de mayo.
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