sábado, 12 de marzo de 2016

Trabajo caro.

Los dos integrantes de la  compañía Títeres desde  abajo quedan detenidos durante la representación de la obra La bruja y don Cristóbal, acusados de un delito de apología del terrorismo. Una serie de actos por parte de estos titiriteros durante la actuación molestó al público presente, quien inmediatamente llamó a la policía paralizando la función y llevando a estos artistas a prisión.


Por una parte, puedo entender a estos padres que llamaron a la policía, ya que comparto plenamente que la obra no estaba hecha para los niños, ya que están en una edad de aprender todo lo que ven.  Pero deberíamos pensar un poco. Este acto no deja de ser una representación escénica de dos artistas que sólo están trabajando. Puede gustar más, puede gustar menos, pero al fin y al cabo es teatro, ficción.

En muchas series y películas de la tele aparecen terroristas, atentados y numerosos crímenes, los cuales representan lo mismo que esta función, la violencia. La verdad, no conozco a ningún director de cine que haya sido encarcelado por representar en su película a terroristas o asesinos. ¿Por qué estos titiriteros tienen que ser encarcelados?            

Pienso que estamos en un momento en el que cualquier excusa es buena para demostrar lo que “vale” el gobierno y todo lo que está “haciendo” por nuestra “seguridad”.  Hasta el punto en el que se encarcela a dos simples artistas de la calle que lo único que proporcionan es entretenimiento.



Hace dos semanas salió la noticia de que estos titiriteros fueron liberados, pero con comparecencias diarias en el juzgado y retirada del pasaporte. Se puede decir que les ha salido caro su trabajo. 


                                                                                                              Cristina Mora Gómez

No hay comentarios:

Publicar un comentario