viernes, 11 de marzo de 2016

Por nosotras.

Miles de personas se han manifestado en distintas comunidades, como Madrid, Sevilla con un mismo fin, reivindicar el derecho de la mujer y protestar contra todas las formas de violencia machista. Es así como se pide emprender medidas reales  que pongan fin a la desigualdad entre hombres y mujeres . Tanto la que se expresa en forma de violencia física como aquella que se expresa por otras vías menos evidentes, como la difusión de estereotipos que fortalecen los roles de género o las diferencias salariales.


Sobre todo, este día, celebramos la “libertad” que conquistaron las mujeres al acceder al mundo laboral, pero lo cierto es que aún en el año 2016, hay poco que celebrar.  Según el reciente informe publicado por la UGT el pasado mes de febrero, la diferencia salarial entre hombres y mujeres  se sitúa en un 24%. Y esto…  ¿por qué? ¿por qué en pleno siglo XXI sigue habiendo esta diferencia entre hombres y mujeres?

Desgraciadamente esto no es todo. Además, somos nosotras quienes firmamos los contratos más precarios , ocupamos más puestos a tiempo parcial, y sufrimos la presencia de esos obstáculos  que tenemos para llegar a los cargos de responsabilidad y dirección en las empresas.

Y aún con todo esto, sigo escuchando que no es justo que haya un día internacional para la mujer y para el hombre no, que eso no es igualdad. Ante este pensamiento,  opino que deberíamos  partir  de la base de que los hombres jamás han estado oprimidos por su género, y que muchísimo menos lo siguen estando.  Mientras nosotras, toda la vida hemos estado condicionadas al pensamiento de un hombre, al sueldo de un hombre, las decisiones de un hombre.

“Feminismo” no es querer ser más que los hombres, como muchos piensan. Es, según la activista Ángela Davis, es la idea radical de que las mujeres somos personas. Nada más lejos de la realidad. Somos feministas porque aún con todo esto, seguimos con la esperanza de conseguir un mundo mejor, en el que no tengamos que quitarnos los cascos al volver a casa por la noche, preocupadas por si alguien nos está siguiendo, en el que no nos digan que “vamos provocando”  por el simple hecho de llevar shorts en verano. Yo estoy convencida de que este mundo es posible, y por eso soy feminista.




El martes fue el Día de la Mujer porque muchas mujeres lucharon porque lo fuera. Muchos años más tarde, sigue siendo necesario que luchemos por defender y ampliar nuestros derechos. Por ellas, por nosotras, y por las que vengan. 





                                                                                                Cristina Mora Gómez

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