jueves, 11 de febrero de 2016

Involución, conspiración y fragilidad

El virus del Zika, de orígen africano, es una rara enfermedad tropical que se ha propagado rápidamente por América Latina causando un gran brote en Brasil y extendiéndose por otros países tanto de la región como de otros continentes. La transmisión de este virus se da a través de la picadura de un mosquito.


Este virus genera fiebre y una serie de síntomas mas o menos graves pero que al fin y al cabo, acaban desapareciendo solos, como la conjuntivitis. Si parece afectar gravemente a niños, causando microcefalia.
El problema del Zika no es este, sino que en un estado desarrollado, este virus podría alterar el ADN humano, haciendo que involucione 2 millones de años, puesto que este virus reduce el tamaño del cerebro humano. Esto por supuesto se vería a lo largo de las generaciones, no sería algo instantáneo, pero existe cierto miedo entre los científicos, quienes defienden que en el peor de los casos solo disminuiría mínimamente nuestra capacidad cognoscitiva. También se ha descubierto recientemente que es sexualmente transmisible, por lo que ha aumentado el miedo.

Pienso que es muy posible que sea una enfermedad inventada, o quizás una mera cortina de humo para tratar de ocultar otra cosa. Quizás sea una visión conspiranoica, si ¿Pero acaso no hemos vivido ya sucesos similares? Un gran ejemplo fue el Ébola, del cual todos tuvimos muchísimo miedo y del cual no parábamos de recibir noticias día tras día para que de un día para otro iPUF!, desapareciese de los medios toda señal del virus, todo supuesto riesgo de contagio y prácticamente la existencia de la enfermedad en sí. 
Suponiendo que es real y que de verdad podría darse una involución, esto solo nos deja claro lo frágil de la naturaleza humana, la cual solo necesita de un único virus para mandar a la basura 2 millones de años de evolución.

Por Nicolás Durand.

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